En la inversión de propiedades se juegan distintos factores, entre los cuales se encuentran las oportunidades, el poder adquisitivo y las preferencias del inversor. La zona, es un aspecto clave. Los barrios consolidados reducen los riesgos que conlleva cualquier inversión inmobiliaria, permiten mantener e incrementar el valor del bien en el tiempo y agilizan su reventa.